Somos los últimos así que ya sólo quedarán nuestras maletas.. Me asomo dentro del vientre del monstruo con ruedas para ver que no queda más que una minúscula bolsita que pronto tiene quien la reclame. Me giro hacia Rubén y le comunico, con toda la calma del mundo, que nuestras maletas no están.
Obviamente no me toma en serio, pero rápidamente se convence después de comprobar que ciertamente, la bodega automovilística está vacía..Su cara es la imagen misma del pánico.. Su pasaporte estaba en la maleta..
Le pregunto al cuate de las maletas y me dice... "Pero si todos los MAZUNGUS ya se bajaron.. Yo saqué todas las maletas de los mazungus..." Sí, sí, que los blanquitos ya se habían bajado y con ellos todas las bolsas de blanquitos...
A la gran noticia le siguen unas llamadas.. La cara del amigo de las maletas no es muy alentadora, pero mantenemos la compostura.. No entendemos muy bien qué pasa pero nos mandan de regreso a la parada anterior.. Matatu y a correr...
Al llegar a la estación precedente ha pasado ya una hora, y la chica de detrás del mostrador nos mira atónita, que como hemos dejado las maletas ahí..
Uff.. Respiramos hondo....
aqui con las maletas recuperadas :) :) :)
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